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Letras del mundo

Francisco Madariaga - Argentina

Francisco Madariaga - Argentina

Rehén de la colina.

Oh candoroso embriagado entre loros,
entre isletas subiendo hasta el nivel de la colina,
canta en tu boca el canto ardiente de otra boca,
y cuando la sangre sube hasta tus ojos
Es porque están quebradas todas las fulguraciones
del sollozo en tu pecho.
Canta, viejo rehén de la colina.
Arde, candoroso de alcohol negro,
que con palmas salvajes tienen hijos que retornan al viento,
al gemido del clima en el olor áspero y cruel de las arañas del estero,
en aquel paisaje de cristal desprendido del fuego.
Asombra al mundo en un paisaje de enero,
oh demente,
oh luz de la humedad.
Ah colgado sediento de unos ojos,
duerme, duerme bajo la luz del padre
al otro extremo del poder y la delicadeza.
En tus ojos la berlina del viaje amarillo arde helada.
Beso tras beso el pasajero toca la raya de ácido
caliente del retorno.
Sé piadoso con el otro límite de tu fragilidad,
padre aletargado por el sol,
presión de la locura de una tierra suspendida
en la tela del agua y del fuego.

El riesgo de la verdad.

Caes en mí como una brusca levedad del clima,del agua,
de una oblicua y desterrada colina,
castigo delicado de un paisaje solamente hollado
por su propia demencia.
Mi desnudez asume así tu cálido cristal
y se destina más al fondo del celo
con piel sonriente candente de tu herida.
Adorada mía tapizada de rayos,
con tu colina bajando todas las aguas de la locura.
Niña mía,
con la boca cargada del esplendor del plátano,
alguien, alguien tiene que depender del canto.

El canto no popular.

Yo, el rastreador,
que ha dormido en los atrasos de la luna en los atajos peninsulares,
y ahora siento el canto del desahogo,
a través del orgulloso coraje
oh mis pequeños seres del desamparo,
canto mi canto con un lenguaje no popular,
pero cercano a vuestros vestidos miserables.
El vestido las telas livianas de las mejillas despintadas
el olor de los motines talados de la miseria siempre
en la flor del fuego del pensamiento destruido sin nacimiento
en las coloridas y espléndidas organizaciones
de las albas lujosas de todos los días
de todos los montones de días ligeros y azucarados
por las cañas dulces solares irredentas
ininterrumpidas feroces vivientes de la irrectitud
siempre anárquica del espacio
siempre moderno
y siempre solidario con los cantos de las invisibles deidades
y de los otros personajes reales
asombrados de la miseria de los sucios paisanos
que encienden el clavel del esperma nocturno
sifilizado y demente
y excitado por los cerdos.
Oh, en mi escenario, de rodillas. Cocinas
conteniendo el aliento del dormido rencor en la palidez del alba.
Oh, gente sin viajes, que no puede fumar
en el fuego del universo su tabaco de miel
arrollada por el invierno,
su comida de humo bañando el ligerísimo mosquitero de rabia del color
el color que no trajina por las camas
y que sólo saluda a la sombra con sombrero del Ave María
en el altar de los santos ensordecidos por los fétidos besos.
Oh, mí, el rastreador que ha dormido tirado entre los yuyos,
entre la ferocidad joyal de las palmeras en el borde del agua,
y de una cocina sucia
llena de lechos sucios
y de tarros con jazmines calentados del ex-alba.

La muerte, la hermandad, la poesía.

(A Oscar Portela, destrozador de erradas telurias, con su mandoble de poesía y de inteligencia, poeta a cuyo empuje formidable y a cuya cultura en acción le debe tanto ya Corrientes. El puede ser -por intermedio de nuestra América- poeta absoluto y absoluto hombre público) Francisco Madariaga. 80/82

I

Vienes bebiendo "el canto de lo múltiple","Corazón solitario".
Bebe ahora el milagro del Otro en lo múltiple
y de la copa del anti-malhecha con pluma de garza real
que hoy te ofrezco
en este recibimiento
amigo greco-criollo,
y escucha hoy esta canción que te saluda,
desde el Corrientes de campaña,acá en la Gran Metrópoli
errada en su multiplicidad
cantada por el mirlo triste y ronco en la
rama de asfalto de la Muerte Industrial.
Ciudad ramereada por las albas de las Constelaciones
de las bajas Mercaderías,
puerto donde se ha perdido el alba abandonada de las
llanuras delicadas,
Gran Mercado de Sueños Impostados,
que habrá que saquearlo con
Poesía para limpiarlo.Desde acá,
bien montado y armado,y con licencia de nuestras correntinas llanuras
gateadas,te saludo
Canciller para la Rendición de la
Filosofía por las Armas de
la Caballería de la Poesía,
y por obra de la Muerte,que destrina su sudario del luto
y lo hace trino de Presencia
y de Ausencia.

II

Y así has llegado, tú, Marina,
su madre,desalojando del corazón del
loretano
a su prima la Filosofía:¿La que siempre soñó doblar a la
Poesía?,y lo entregas, plenamente, con tu muerte,
a la poesía,
ah creadora de estos Himnos a la Muerte,
bella de la bondad criolla en llamaradas,
cantante, también, en mi alma, que es libre
para elegir
ferozmente
la hermandad,y develarla
como bella
a esa hermandad,y como ardiente hada natural
del amor
a esa hermandad de la "belleza impune",la poesía.
Llegas, Marina, con un aire de inmortalidad
pagana,gentil en el color de una más bella gitana
entre los dioses,cristiana de oro para el niño que dejaste
instalado en la Poesía,y que ahora,libre de mal
y de bloques que lo separan de la
Tierray del Infinito,se arroja al Canto
y canta
con una alegría negra y blanca
y natural,y es,y será
hermanode la vida
que es Muerte
y Muerte Vida.Azul y negro este hombre
ahora canta,y nos entrega Himnos a la muerte,
como una primavera que en Loreto
entrega alas
lágrimas
sonidos del monte
al corazón de una laguna con
estrellas.De todo este vasto libro
separad a sus Himnos a la Muerte
y entregaros
a la alegría de una libertad
en la muerte,en las entrañas de toda vida,por vida.

Criollo del universo

se están llevando la tarde
el calor desprendido del ombligo
de una "bruja blanca"
salvaje trino este vino del poniente
esta "sangre de infinitud"
pájaros-luceros que sedientos de brillos+
beben en el agua
la forma de un "sueño ultamarino"
se están llevando la tarde
en un carruaje de agua bordada con flores silvestres
soles incubados a punto de ser rubíes
de estallar sus campanillas encantadoras de ánimas
se están llevando la tarde
un caballo desata su último galope
y sus clinas al viento son llamas de infinito
lágrimas hacia el cielo
ángel
traspasado por el vendaval de la muerte
se están llevando la tarde
se están llevando la tarde
y mis ojos
heridos de distancia.

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Oscar Portela -

LEVY POULTER
poema de OSCAR PORTELA

Solo tu Levi, solo el fugaz relámpago
De la lujosa pedrería de tu cuerpo
Hace caer la muerte de rodillas
Ante el goce que estalla en el relámpago
De los códices que alumbran los rubíes
Con los cuales te hicieron para que
La Eternidad caiga rendida ante tus piernas.
Selva tú y números con los cuales
Se mueven las esferas: verte y saber
Que la veneración es poco y sentir que
Que las estrellas me poseen y que el vértigo
De la pasión me devuelve a las albas
Del primer espasmo de gozo por el cual sabemos
Que oscilamos entre la eternidad y el tiempo.
Y que somos algo más que la nesecidad
De procrear la especie: música de las esferas
Somos y sobre todo Levi Poulter que entre mis brazos
O yo entre los metales de la perfección que luces,
Muero y renazco una y otra vez, más allá de las tumbas
Cuando el liquido que crea y mata surge de mi como la lluvia
Para el elogio y el cántico de las mareas del placer
Y el vuelo con el cual hago el amor contigo
Y sueño que nada está perdido todavía
Cuando el mito del vellocino vuelve y la creación
Entre tus brazos se repite en el beso mortal
Con que sellamos un pacto entre los sueños
De las lunas y las arduas vigilias de los soles.